1 - Emigrar; fenomeno y factor social

 

“URUGUAYOS, URUGUAYOS, DONDE FUERON A PARAR”. Hace unos cuantos años, el canta autor Jaime Roos compuso una exitosa canción cuyo primer pasaje decía esto, y en lo personal lo tomé como base para comenzar este libro que en esencia pretende mostrar una triste realidad por la cual de manera evidente, atraviesa nuestra sociedad. Hasta ahora se analizó, si es que hubo un análisis del tema, desde la perspectiva numérica, con datos extraídos de la Dirección Nacional de Emigración, y de Estadística y Censos.

El fenómeno en cuestión por cierto que debe ir más allá de unos meros números, que si bien forman parte importante de ello, hay una realidad, existen de hecho historias de vida, sumamente enriquecedoras para tener y extraer de ellas, la más fiel realidad. Como expresé líneas arriba, mucho se habla, mucho se comenta de quienes están disipados por el mundo. También, y como no podía ser menos, el tema se politiza, si bien hay un importante porcentaje de este fenómeno como veremos más adelante.

Lo que se pretende desde aquí es que, los propios protagonistas expongan sus motivos, lo que sienten desde fuera de la patria, cuales son sus inquietudes, sus recuerdos, sus esperanzas. Aún cuando estas están en términos generales centradas en volver para quedarse. Todo ello y algo más, se irá desmenuzando a lo largo de la presente publicación, que surgió (y lo expreso antes de ingresar de lleno al tema) hace unos meses, como consecuencia de un servicio que realizo desde mi computadora para los compatriotas que están fuera del país, y tienen familiares y amigos aquí, los cuales no tienen computadora o bien no se conectan a Internet.

    Por mi intermedio les envían mensajes que luego se les trasmite vía telefónica. En ese servicio encontré toda una amplia gama de factores no solo incidentes a la hora de emigrar, sino luego, ya establecidos en diferentes partes del mundo, con profundas raíces manifestadas en el ámbito de extrañar. Se puede encontrar a este respecto, diversos parámetros contundentes por demás. Analizar cada situación, sería al fin y al cabo tendencioso de mi parte. Por lo cual, y en el momento adecuado, dejaré que los verdaderos protagonistas de este libro “hablen”, digan lo que sienten desde la distancia.

    Retrocedamos en el tiempo para poder arrancar. Hasta mediados de la década de 1960 veíamos como hijos de otros países, de otras naciones se desplegaban por el mundo. Lo apreciábamos como algo ajeno. Hablábamos de la Diáspora como un fenómeno de otras culturas, totalmente lejano y absurdo para nosotros. Sin embargo, a partir de ese momento comenzamos a tener conciencia de lo que ello representa, con una carga de elementos y componentes que no solo atacan al núcleo familiar, sino que, por consiguiente hacen lo propio con la estructura social, que se ve perjudicada en sus cimientos a través de la disgregación familiar.

    Es bueno destacar en este momento, que hasta dicha década la familia Uruguaya se caracterizó, dentro de lo posible, o mejor dicho dentro del esquema de cada una, por ser unida. Que había diferencias familiares siempre las hubo, y aquí no es el lugar para juzgar. A lo que me refiero, y creo ser claro en ello, es a la unión en si misma. Abuelos, Padres, Hijos, Nietos confluían en derredor de la mesa. Solo se alejaban por decirlo de alguna manera, a la hora de contraer matrimonio. Pero siempre estaban aquí. Muy rara vez se salía de frontera para vivir. A partir de ese momento, comenzó a gestarse a nivel social el desmembramiento familiar. ¿La causa? La crisis que iba en aumento a consecuencia del deterioro político e institucional en el cual se embarcaba nuestra sociedad toda, y que condujo a lo que todos sabemos. Sobre ello volveremos más adelante, ya que fue un punto de importancia dentro del proceso emigratorio.

    Nuestro país se caracterizó, como toda América, en ser una nación de emigrantes. Recordemos el hecho histórico del 24 de Diciembre de 1724, cuando Zabala “rifa” y otorga a varias familias provenientes principalmente de las Islas Canarias varios lotes de tierra a fin de colonizar y efectuar un fuerte contra los ingleses y portugueses que pretendían dominar este territorio. La parte histórica de este acontecimiento es sin duda muy enriquecedora, y nos da de hecho una pauta dentro de esta temática. Con el devenir de los años, se produjeron oleadas de emigrantes que vinieron a formar sus vidas aquí, en esta tierra que les acogió con los brazos abiertos, aún cuando debieron cumplir ciertos requisitos indispensables y bien estructurados. Así, fueron llegando al país, personas de diversas partes del planeta, aunque predominaban españoles e italianos obviamente.

    El proceso de adaptación fue muy duro, dado que venían de naciones que ya estaban en marcha, si se me permite decirlo así, mientras que la nuestra recién comenzaba a andar en el concierto de naciones precisamente. Profundicemos un poco más en este aspecto de enorme valor. El ser humano se adapta por necesidad. No por que le guste. Se dice que “La necesidad tiene cara de hereje”. Y cuando ello acontece es preferible ponerse de su lado, ya que de lo contrario no es posible la adaptación a un medio que nos es ajeno, inhóspito, discriminatorio. Este termino de manera lamentable lo vemos en ambos procesos; migración – emigración con un alto contenido de irracionalidad. Adaptarse a un lugar, es sin más tramites que asumir lo que en él hay. Muchas veces, a causa de lo expuesto líneas arriba, la adaptación cuesta mucho de afianzarse dentro del ser. Y no solo por ello, sino por la diferencia de costumbres e idiosincrasia con las cuales se debe convivir. En muchas oportunidades, el emigrante desconoce este factor, y se deja llevar por comentarios que realizan otros seres que ya están en la referida situación. Lo hacen no de mala fe, sino por el hecho de querer estar acompañados de sus mismos compatriotas, y así, a la distancia, imaginar que están o se encuentran en su suelo patrio. Viendo este hecho desde la perspectiva histórica, se dio o produjo a nivel de quienes inmigraron hacia aquí. De esa manera se produjo la “oleada” proveniente de diversos países y naciones que dieron sus hijos a este suelo. Hoy dicho fenómeno se revierte, originando un “Circulo Emigratorio”.

    El lector se preguntará el motivo del encomillado arriba citado. Ello obedece no solo al proceso en si, sino a que citaré un cuento en prosa, cuya autora es la Sra. Juana Viale, quien efectúa un                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       taller de literatura en la Universidad de la Tercera Edad, con una de sus sedes en Ciudad de la Costa. Es por demás interesante apreciar el reflejo que se pinta aquí de esta tangible realidad:

 

Circulo Migratorio

 

 

Circulo migratorio.

El circuito completo.

Vinieron los abuelos

Y regresan los nietos.

 

Siempre el mismo motivo

El bienestar ansiado

Emigraron a América

En busca del Dorado

 

Lucharon con denuedo

Trabajaron sin pausa

La familia, el dinero,

Todo está en la balanza

 

La lucha fue muy dura,

Trabajo tesonero

El descanso muy poco

Hasta ver el lucero

 

Así se hizo la historia

La de nuestros mayores

Somos raza emigrante

Que ansía nuevos soles

 

Y los nietos de aquellos

Que trabajaron duro,

Hoy tienen que marcharse

Y buscar otro rumbo

 

Y es a Europa que vuelve

La raza enriquecida

Que nació en esta América

Mil veces bendecida

 

Igual que los de antaño

Que llegaron acá

Hoy se marcha el retoño

Para injertarse allá

 

Y ese árbol mejorado

Será la estirpe nueva

Que producirá frutos

En otra primavera

 

Así se cierra el círculo

De migración constante

El hombre siempre busca

El salir adelante

 

 

    De manera evidente el círculo se creó a través de nuestros antepasados, de esos primeros pobladores extranjeros que se advinieron a estas tierras a forjar nuevas y fecundas esperanzas. Con seguridad podemos tener en nosotros mismos, en nuestras familias muchos ejemplos de historias de emigrantes. Ellos crearon una familia, una sociedad, un país. Lo hicieron sin duda en el afán de prosperar. De buscar salir adelante. De encontrar aquí lo que en su país no conseguían. Y ahora es a la inversa. Todo cuanto se hace, se lleva a cabo con un propósito, con una meta, con un fin. Ello como todo en la vida, se encuentra estructurado dentro de un esquema. En este caso podemos decir que es a nivel social, ya que ellos en esa creación conformaron una sociedad, con sus carencias y virtudes, pero sociedad al fin. Y no me refiero al momento actual. Desde que se funda una nación, se crea con ella una serie de consecuencias. Nunca nada fue ni es perfecto. La imperfección está desde el momento que surge a luz algo, ya sea un país, una sociedad o un ser. Si bien es cierto que país – sociedad es una conjunción creada, muchas veces se llega u ocurre una disociación entre ambos, como consecuencia de la diversidad de factores que llegan a introducirse.

    Entre estos podemos encontrar los relacionados al campo político, económico, etc. Estos factores conllevan elementos disuasivos, que lógicamente, corroen y corrompen el núcleo básico de la sociedad; la familia. Muchos de estos agentes son el resorte de motivación para emigrar. No existe de hecho un solo motivo para llevar a cabo una decisión tan fuerte, como lo es el desprendimiento familiar, el alejamiento de la patria, y por consiguiente, el alejamiento de nuestras costumbres e idiosincrasia. Existen por lo tanto varios a saber. Dentro del campo político, persecución, idealización, desacuerdo con el régimen gobernante imperante, mientras que, dentro del campo económico estos son: falta de incentivo laboral, desempleo, crisis financiera dentro del hogar, carencia de fuentes de trabajo, agobiamiento en general debido a no lograr llegar a cubrir las cuentas.

    Si observamos podemos desprender que existen más elementos en el campo económico que en el político. Más adelante volveré sin duda alguna sobre el tema, pues de manera lamentable es hoy por hoy la causa fundamental del proceso emigratorio. Poco o nada conduce actualmente al compatriota a emigrar por disentir con el régimen de gobierno, si bien luego se le hecha la culpa de toda la situación. Evidentemente que estamos en un estado de derecho, y por lo tanto, no hay perseguidos ni exiliados políticos. Si hay en cambio, perseguidos y exiliados económicos.